Momento de la disolución. Reiteración de doctrina. Disposición por un cónyuge de dinero ganancial con anterioridad a la disolución del régimen económico. Empleo en el levantamiento de las cargas
Liquidación
de gananciales. Momento de la disolución. Reiteración de doctrina. Disposición
por un cónyuge de dinero ganancial con anterioridad a la disolución del régimen
económico. Empleo en el levantamiento de las cargas
STS, a 06 de junio de 2022 - ROJ: STS 2305/2022
https://www.poderjudicial.es/search/AN/openDocument/efd161620a26f2bfa0a8778d75e36f0d/20220621
TERCERO.- El recurso de casación
consta de un único motivo en el que se denuncia la infracción del art. 1392 CC,
en relación con los arts. 95, 1393.3.º y 1394 CC. En su desarrollo, la
recurrente argumenta que, de acuerdo con la jurisprudencia de la sala, la
disolución del régimen económico se produjo con la firmeza de la sentencia de
divorcio, sin que en el caso concurran las circunstancias a que se refiere la
sentencia 226/2015, de 6 de mayo, que admitió que en caso de separación larga y
prolongada pudieran retrotraerse los efectos de la disolución del régimen
económico.
1. El
motivo va a ser estimado porque, ciertamente, de acuerdo con la doctrina de la
sala, debe entenderse que la disolución de la
sociedad de gananciales la produce la firmeza de la sentencia de divorcio como
un efecto legal. La sentencia 287/2022, de 5 de abril, recuerda,
con cita de la sentencia 136/2020, de 2 de marzo, que la cuestión referida al
momento en el que se produce la disolución de la sociedad de gananciales está
expresamente regulada en los arts. 95 (redactado por la Ley 15/2015, de 2 de
julio), 1392 y 1393 CC. En particular, conforme a esta regulación, en caso de
divorcio judicial la disolución de la sociedad de gananciales la produce la
firmeza de la sentencia como un efecto legal. En las sentencias 297/2019, de 28
de mayo, y 501/2019, de 27 de septiembre, citadas a su vez por la sentencia
136/2020, de 2 de marzo, también dijimos: "la jurisprudencia de esta Sala
ha admitido que cuando media una separación de hecho seria y prolongada en el
tiempo no se integran en la comunidad bienes que, conforme a las reglas del
régimen económico serían gananciales, en especial cuando se trata de bienes
adquiridos con el propio trabajo e industria de cada uno de los cónyuges y sin
aportación del otro". Además, de acuerdo con la sentencia 297/2019, de 28
de mayo, "la separación duradera mutuamente consentida a la que se refiere
la doctrina de la Sala para rechazar pretensiones abusivas de un cónyuge, matizando
el tenor del art. 1393.3.º CC, no es la que deriva de la situación que se crea
tras la admisión de la demanda de divorcio ( art. 102 CC) ni con el dictado de
las consiguientes medidas provisionales ( arts. 103 CC y 773 LEC)". Por
tanto, no deben equipararse a las situaciones de separación que permiten
rechazar pretensiones abusivas de un cónyuge la mera admisión a trámite de la
demanda de divorcio ni el dictado del auto de medidas provisionales ( sentencia
297/2019, de 28 de mayo), ni la salida del domicilio familiar de uno de los
esposos seguida de la presentación de la demanda de divorcio ( sentencia
501/2019, de 27 de septiembre), ni el dictado de un auto que acuerda la orden
de protección ( sentencia 136/2020, de 2 de marzo). Aunque sí es posible rechazar
las pretensiones de un cónyuge dirigidas a reclamar derechos sobre bienes a
cuya adquisición no ha contribuido cuando, en atención a las circunstancias del
caso, se trate de un ejercicio abusivo del derecho contrario al principio de
buena fe proclamado en el art. 7 CC ( sentencias 226/2015, de 6 de mayo, y las
anteriores que en ellas se citan; 297/2019, de 28 de mayo; 501/2019, de 27 de
septiembre; 136/2020, de 2 de marzo, y 287/2022, de 5 de abril).
2. La
aplicación de esta doctrina al caso determina que estimemos el recurso de
casación y, al asumir la instancia, resolvamos las cuestiones planteadas en el
recurso de apelación por el Sr. Olegario en el
sentido de que se incluyera en el activo de la sociedad un crédito por las
cantidades de dinero de las que dispuso la Sra. Lourdes después de la
separación de hecho.
La vía por la
que la sentencia recurrida estimó la apelación del Sr. Olegario consistió en
incluir en el activo el saldo de las cuentas y depósitos controvertidos al
amparo del art. 1397.1.ª CC (conforme al cual han de comprenderse en el activo
los bienes gananciales existentes en el momento de la disolución).
Esta manera
de proceder es técnicamente incorrecta, porque de
hecho ese dinero ya no se encontraba en las cuentas comunes cuando se disolvió
la sociedad de gananciales, dadas las previas extracciones realizadas
por la Sra. Lourdes .
Pero tratar de
salvar ese inconveniente, como hizo la Audiencia, mediante la declaración de la
retroacción de la disolución a un momento anterior a la disposición
unilateral del dinero es igualmente incorrecto, pues impide valorar si
tales disposiciones se realizaron, total o parcialmente, en beneficio o lucro
exclusivo del cónyuge que realizó la disposición ( arts. 1390 y 1397.2.º CC).
Esta manera de
proceder, más allá de la incorrección dogmática, genera unas consecuencias
prácticas que han conducido a imponer a la Sra. Lourdes el reembolso de todas
las cantidades de que dispuso con independencia de su aplicación, lo que es
contrario al fundamento del reintegro que le es exigible, de acuerdo con la
regulación aplicable y que sirve de fundamento a la pretensión del Sr. Olegario
.
A estos efectos,
dispone el art. 1390 CC: "Si como consecuencia de un acto de
administración o de disposición llevado a cabo por uno solo de los cónyuges
hubiere éste obtenido un beneficio o lucro exclusivo para él u ocasionado
dolosamente un daño a la sociedad, será deudor a la misma por su importe,
aunque el otro cónyuge no impugne cuando proceda la eficacia del acto".
Además, conforme al art. 1397.2.º CC: "Habrán de comprenderse en el
activo: (...) El importe actualizado del valor que tenían los bienes al ser
enajenados por negocio ilegal o fraudulento si no hubieran sido
recuperados".
3. En el presente caso, el Sr. Olegario en su propuesta
de inventario solicitó la inclusión en el activo del
dinero de diversas cuentas bancarias y depósitos de los que dijo que no tenía
información sobre su cuantía en el momento de la liquidación.
La Sra. Lourdes
no negó que fueran gananciales, pero alegó desconocer su importe.
Posteriormente, cuando tras práctica de la prueba se acreditó que había
realizado unas extracciones antes de la disolución de gananciales, la Sra.
Lourdes argumentó que ello obedecía a la necesidad de atender, dada la separación
de hecho, al pago de los gastos de alquiler de la vivienda y de manutención de
las hijas comunes, dada la insuficiencia de ingresos para hacer frente a tales
gastos.
Lo que no puede pretender la Sra. Lourdes
es que, por el hecho de que la disolución del régimen económico se produjera
con la firmeza de la sentencia de divorcio, ella pueda retener íntegramente las
cantidades de dinero ganancial de las que dispuso antes de la disolución
de la sociedad de gananciales, que es lo que resultó de la sentencia de primera
instancia.
Partiendo del carácter ganancial del dinero del que dispuso la Sra. Lourdes procede reconocer, conforme a los arts. 1390 CC y 1397.2 CC, un crédito a favor de la sociedad por el importe del dinero dispuesto que no hubiera sido destinado a la satisfacción de cargas familiares.
La sentencia recurrida acepta las alegaciones del Sr. Olegario acerca de las extracciones realizadas por la Sra. Lourdes del dinero ganancial (aunque incorrectamente diga que se incluye en el activo el importe de los depósitos y saldos), y su importe no ha sido discutido por la Sra. Lourdes (60.000 euros del depósito número NUM011 de Catalunya Caixa; 2.500 euros del depósito número NUM012 de Catalunya Caixa; de la cuenta número NUM007 de Catalunya Caixa, de un saldo de 1.708,85 euros, solo dejó 73,68 euros; de la cuenta número NUM008 de ING de un saldo de 3.151,15 euros, dejó 1427,36 euros; del depósito número NUM015 de ING, dispuso de 10.000 euros; se consideró además que la cuenta número NUM016 de ING por importe de 4.691,02 euros, tenía carácter ganancial). Dada la facilidad probatoria ( art. 217.6 LEC), corresponde a la Sra. Lourdes acreditar que la disposición del dinero ganancial no se hizo en su exclusivo lucro o beneficio.
A estos efectos, la alegación genérica de la Sra. Lourdes de que debía atender a los gastos generados por el mantenimiento de dos viviendas, no es argumento suficiente, dada la importancia de las cuantías extraídas.
Pero sí ha quedado acreditado que la Sra. Lourdes asumió el pago de gastos que deben considerarse cargas de la sociedad, en particular las dirigidas a la satisfacción de su necesidad de vivienda y las aportaciones a la manutención de las hijas, gastos que ya alegó en la comparecencia ante la letrada de la Administración de Justicia y que quedaban justificados en la suma de 8.800 euros de alquiler (establecida en el contrato de arrendamiento presentado por las dos partes) y de 2.600 euros para la manutención de las hijas (aportaciones hechas, según resulta del intercambio de correos entre las partes, mediante ingreso por parte de la Sra. Lourdes en una cuenta corriente para la manutención de las hijas comunes, que quedaron en el domicilio familiar junto con el Sr. Olegario ).
El Sr. Olegario no ha discutido
la cuantía de estos gastos, sino la procedencia del reconocimiento del derecho
de la Sra. Lourdes a retener esas cantidades lo que, por lo dicho, dada la
justificación de su destino a la satisfacción de gastos ordinarios de la
familia, sí consideramos procedente. En consecuencia, debemos concluir que debe
incluirse en el activo de la sociedad un crédito contra la Sra. Lourdes por el
importe del dinero de los depósitos y cuentas corrientes gananciales de los que
dispuso unilateralmente tras la separación de hecho, lo que se concretará en
ejecución de sentencia, si bien de ese importe deberán descontarse las sumas de
8.800 y 2.600 euros, por considerar que ha quedado acreditada su aplicación al
levantamiento de las cargas familiares. No nos pronunciamos sobre las demás
partidas del inventario establecidas por la sentencia de primera instancia y
confirmadas por la de apelación y que no fueron impugnadas por las partes, ni
sobre las partidas establecidas en la sentencia de apelación y que no han sido
recurridas.
…
FALLO
Casar la
mencionada sentencia en el único extremo de declarar que no deben incluirse en
el activo de la sociedad los depósitos bancarios o los saldos que se mencionan
y de los que dispuso la Sra. Lourdes , sino que debe incluirse en el activo un
crédito contra la Sra. Lourdes por el importe del dinero de los depósitos y
cuentas corrientes gananciales de los que dispuso unilateralmente tras la
separación de hecho, lo que se concretará en ejecución de sentencia, si bien de
ese importe deberán descontarse las sumas de 8.800 y 2.600 euros, por
considerar que ha quedado acreditada su aplicación al levantamiento de las
cargas familiares.
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