STS 12 julio 2022 no aplicable el impuesto de donaciones al exceso de adjudicación no compensado en la liquidacion del régimen económico.
STS 12 julio 2022 no aplicable isd al exceso
de adjudicación no compensado.
Id Cendoj: 28079130022022100265
https://www.poderjudicial.es/search/AN/openDocument/86259fb33368797ba0a8778d75e36f0d/20220802
Exceso de adjudicación sin compensar al otro, en
favor de uno de los cónyuges, como efecto patrimonial de la disolución del
matrimonio, por ser consecuencia necesaria de la adjudicación a uno de los
cónyuges de la vivienda habitual del matrimonio. Inexistencia de donación, por
falta de animus donandi, en el ámbito de un negocio jurídico más amplio de
adjudicación de un patrimonio común. Rige, para los excesos de adjudicación, el
impuesto sobre transmisiones patrimoniales y, dentro de tal ámbito, el caso de
exclusión de gravamen previsto en el artículo 32.3 del Reglamento del Impuesto,
aprobado por el Real Decreto 828/1995, de 29 de mayo, en tanto se refiere a la
adjudicación de la vivienda habitual del matrimonio y a los posibles excesos de
valor consecuencia de tal adjudicación.
“QUINTO.- Con carácter previo a determinar las
cuestiones en que concurre el necesario interés casacionalobjetivo para que se
admita el presente recurso de casación ha de exponerse el marco legal y
jurisprudencial que hubo de ser tomado en consideración en esta litis.
El artículo 3.1.b) LISD, que regula el hecho
imponible del ISD, dispone que constituye tal concepto tributario «b) La
adquisición de bienes y derechos por donación o cualquier otro negocio jurídico
a título, "intervivos"».
Por su parte, la Ley del ITPAJD, que la
sentencia de instancia considera de aplicación, prevé en su artículo 7.1 que
son transmisiones sujetas «A) Las transmisiones onerosas por actos "inter
vivos" de toda clase de bienes y derechos que integren el patrimonio de
las personas físicas o jurídicas». En particular, según lo preceptuado en el
artículo 7.2.B) son transmisiones patrimoniales a efectos de liquidación y pago
del impuesto «Los excesos de adjudicación declarados, salvo los que surjan de
dar cumplimiento a lo dispuesto en los artículos 821, 829, 1.056 (segundo) y
1.062 (primero) del Código Civil y Disposiciones de Derecho Foral, basadas en
el mismo fundamento»
“Consideraciones jurídicas de la Sala.
…… el artículo 32 RITPAJD, que regula una
serie de supuestos especiales de no sujeción, contiene, en su apartado 3, la
siguiente previsión:
«Tampoco motivarán liquidación por la
modalidad de "transmisiones patrimoniales onerosas" los excesos de
adjudicación declarados que resulten de las adjudicaciones de bienes que sean
efecto patrimonial de la disolución del matrimonio o del cambio de su régimen
económico, cuando sean consecuencia necesaria de la adjudicación a uno de los
cónyuges de la vivienda habitual del matrimonio».
La no sujeción:
«a) Ha de tratarse de un exceso de
adjudicación, esto es, de una diferencia de valor no compensada
específicamente, en el ámbito de la disolución del matrimonio.
b) A tal efecto, resulta indiferente el
concreto régimen económico matrimonial vigente, sin excluirse, pues, el de
separación de bienes, siempre que algunos de los bienes, o todos, fueran
disfrutados en condominio. Prueba de esa aplicación a cualesquiera de los
distintos regímenes es que tales excesos de adjudicaciones, si derivan del
cambio de régimen económico, también quedan favorecidos por el caso de no
sujeción, según el citado art. 32.3 RITP.
c) El exceso de adjudicación ha de ser
consecuencia necesaria de la adjudicación a uno de los cónyuges de la vivienda
habitual del matrimonio, lo que aquí sucede de forma incontrovertible.»
Se trata, parece evidente, con tal prevención
reglamentaria, de una norma para favorecer la adjudicación -no laventa u otra
transmisión a terceros- a uno de los cónyuges, de la vivienda familiar, que es
objeto de permanenteprotección del ordenamiento jurídico, incluso con
abundantes disposiciones fiscales.
En consecuencia, ni estamos en presencia de
una donación -en cuya calificación, padeció error jurídico laresolución del
TEAR de Cataluña, aunque condujese, por otros motivos, a la estimación de la
reclamación de laSra. Erica -, como acto unilateral y lucrativo, ni en sentido
civil ni tributario -que necesariamente ha de inspirarseen la noción dogmática
de donación, como acto de transmisión lucrativa-, ni de estarlo sería válido,
por nohaberse instrumentado en escritura pública, lo que en modo alguno consta,
esto es, al adolecer, si se tratasede una donación, de una causa de nulidad de
pleno derecho, en el caso, aceptado a efectos polémicos, de que un exceso de
adjudicación pudiera ser equiparado a una donación, requerido de una forma ad
solemnitatemen caso de que recaiga sobre inmuebles.
Por lo demás, la tesis que ampara la
liquidación autonómica por el concepto de ISD examina el exceso de adjudicación,
o la ganancia o incremento patrimonial de que se beneficia el cónyuge al que se
atribuye o asigna mayor valor, desde la perspectiva de la división y
adjudicación de bienes concretos y singulares, no de un conjunto patrimonial,
concordado por negocio bilateral de ambos cónyuges, que es la hipótesis habitual
en la disolución y reparto derivado de la disolución matrimonial. Aunque en
este supuesto no concurre tal inconveniente, la tesis nos lleva al riesgo de
considerar que el cónyuge perjudicado en la valoración global de su cuota
repartida pero que resultase, en cambio, beneficiado en cuanto al valor
asignado respecto de un bien inmueble singular y concreto, sería donatario de
dicho bien, debiendo tributar por la manifestación ficticia de riqueza aflorada
en una plusvalía o aumento de valor que quedaría contradicha en relación con la
adjudicación patrimonial examinada de un modo conjunto y global.
TERCERO.- Jurisprudencia que se establece.
Consecuencia directamente derivada de lo
expuesto es que, en el supuesto de hecho examinado, no es susceptible de
gravamen el exceso de adjudicación a la esposa, en el seno de la disolución
matrimonial y consiguiente disolución del patrimonio común -al margen de cuál
sea el régimen económico por el que se rigiera, de la vivienda habitual del
matrimonio. Por ende, a la pregunta sobre que nos interroga el auto de admisión,
consistente en:
"[...] Determinar si, en el marco de la extinción de un condominio, provocado por la disolución del matrimonio, el exceso de adjudicación de la vivienda habitual a uno de los cónyuges, no compensado económicamente, se sujeta al Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones -ex artículo 3.1.b) LISD- o, por el contrario, comporta la realización del hecho imponible del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales Onerosas y Actos Jurídicos documentados y, en concreto, en la modalidad de Transmisiones Patrimoniales Onerosas o de Actos Jurídicos documentados y si, en su caso, resulta de aplicación el supuesto de no sujeción especial previsto en el artículo32.3 RITPAJD [...]",
hemos de responder del siguiente modo:
«1) Es aplicable a los excesos de adjudicación en
casos de división de la cosa común el Texto refundido de la Ley del Impuesto sobre Transmisiones
Patrimoniales
y Actos Jurídicos Documentados, aprobado en Real Decreto
Legislativo 1/1993, de 24 de septiembre -TRLITPyAJD-, así como su reglamento, Real Decreto 828/1995, de
29 de mayo,
por el que se aprueba el Reglamento del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales
y Actos Jurídicos Documentados. Tal aplicabilidad descarta la
caracterización del exceso de adjudicación como donación, así como su
gravamen en tal concepto, al faltar, entre otros requisitos, el animus donandi.
2) Los excesos de adjudicación están específicamente
regulados, con carácter general, esto es, al margen de que provengan de una
disolución matrimonial o de otras causas de división de la cosa común, en el
artículo 7.2.B) del TRLITPyAJD,
excluyéndolos por tanto del ámbito objetivo del ISD.
3) Acotada la modalidad tributaria aplicable,
el art. 32 del Reglamento del impuesto considera un caso de no sujeción -aunque
podría ser controvertible que su naturaleza de exención, dada la fórmula
empleada en el enunciado reglamentario, como este Tribunal Supremo ha señalado,
en alguna ocasión, afirmando que se trata de una exención- el de los excesos de adjudicación declarados que
resulten de las adjudicaciones de bienes que sean efecto patrimonial de la
disolución del matrimonio o del cambio de su régimen económico, cuando sean
consecuencia necesaria de la adjudicación a uno de los cónyuges de la vivienda
habitual del matrimonio, como aquí sucede».
Efecto de la doctrina enunciada es la necesidad de declarar que no ha lugar al recurso de casación promovido, toda vez que la sentencia de instancia rechaza la impugnación, por la Generalidad de Cataluña, de la resolución del TEAR de Cataluña que aplicó el artículo 32 del RITP, pese a caracterizar como donación el exceso de adjudicación a la esposa examinado. Es más correcta, y determinante en todo caso del fallo de esta sentencia de casación, el criterio sostenido por la Sala homóloga de Cataluña, que descarta el carácter de donación del citado exceso de adjudicación, dada la falta de animus donandi y la ausencia de un acto unilateral de voluntad de donar, que no puede estar presente en un convenio que, por su propia esencia, es bilateral y convenido entre los cónyuges que disuelven el matrimonio y, con ello, el patrimonio común
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